L: La barca de los canarios (Canaria-tachi no Fune), de Takamatsu Misaki, fue publicada el mes pasado en España por Milky Way. Es lo primero que sacan aquí de la autora, pero tu ya has leído algo más, ¿no?
E: Curiosamente, lo primero que me leí de ella sí que fue La barca de los canarios, pero llegué hasta esta obra por la creciente popularidad de su actual manga, Skip to Loafer. Me gustó tanto La barca de los canarios que lo siguiente que hice fue comprarme la edición americana de Skip to Loafer, que saca Seven Seas como Skip and Loafer. Hace nada también me leí Okaeri Aureole, un BL que escribió entre medias de las otras dos obras. En fin, que soy flan.
L: De hecho cuando me prestaste el tomo me dijiste que me iba a gustar. Y en efecto, me gusto mucho. Para una autora que era muy joven cuando escribió esto demuestra un dominio bastante impresionante de los recursos narrativos. Vamos, que la única razón por la que no se me vio más impresionade cuando lo leí es que justo acababa de leerme Predestinada de Yamashita Tomoko (editada en España por Tomodomo), y claro con ella todas las comparaciones serían injustas.
E: Por supuesto, en esta casa creemos en la supremacía de Yamashita Tomoko. Volviendo a La barca de los canarios, el comienzo es deliberadamente ordinario: una chica de instituto intenta compaginar su día a día con su ansiedad por el futuro. Lo hemos visto mil veces, pero no siempre el problema se corta por lo sano cuando, tras lo que parece una invasión extraterrestre, la pobre chica es catapultada a un planeta alienígena. Estrictamente hablando, se puede decir que es un isekai. Uno muy mal rollero.
L: Si, nuestra protagonista hasta hace atletismo, como Hitomi de La Visión de Escaflowne, si nos ponemos a hablar de un isekai clásico. Porque es curioso cómo el género de acabar en un lugar extraordinario por arte de magia era algo casi siempre reservado a las protagonistas femeninas (estoy pensado también en las novelas de Los doce reinos) y ahora se ha convertido en un tipo de narrativa no solo dominada por hombres como héroes y lectores, sino un subgénero bastante masculinizado. En La barca de los canarios Yuri, la protagonista, está agobiada con la idea de tener que pensar en su futuro, y la cruel ironía narrativa hace que lo que ocurra es que todo el futuro de la raza humana quede aniquilado, o eso parece. Hay muchas incógnitas que el manga no resuelve, ni lo necesita.
E: La buena ciencia ficción no suele dar resoluciones demasiado concretas y le gusta deleitarse en la ambigüedad – de la vida y la muerte, del género, de la moralidad. Sobre todo si nos vamos a ciencia ficción no escrita por hombres, que suele estar menos preocupada por lore y cuántas cubiertas tiene cada nave espacial. Y este tomo único es un buen ejemplo, ya que tira de tropes bastante tradicionales de manga y literatura clásicos, mismamente de Philip K. Dick (un hombre, irónicamente) — pero más que sus libros, me viene a la mente Electric Dreams, la estupenda serie de Channel 4 que sólo vimos nosotres.
L: Imposible que no venga a la mente Hagio Moto también, pero no sólo porque es clave para la ciencia ficción en manga que hace uso de estos mismo tropes, sino porque Takamatsu comparte con Hagio que sus historias tienen ritmos inusuales, pero perfectos. El pacing es vital a la hora de lograr que una buena obra se convierta en una obra notable. Y La barca de los canarios tiene eso a su favor. De hecho, me acabo de empezar de Skip to Loafer y lo del ritmo no es un caso aislado, sino que está claro que es uno de los puntos fuertes estilísticos de la autora.
E: Su tomo único BL tambíen tiene un pacing básicamente perfecto, parece venirle de forma instintiva. Y no es lo único, porque su dibujo es engañosamente simple. Sus líneas son limpias y sus diseños de personajes podrían considerarse sencillos, pero el flujo de los paneles es impecable y sabe dónde enfatizar y cómo hacerlo. En el caso de la obra que nos ocupa la elección del aspecto sencillo de sus personajes parece muy deliberada, dado que los dos protagonistas están solos y parecen ser los únicos supervivientes de la humanidad. Pero en general Takamatsu parece preferir diseños más naturalistas, sin ser del todo realistas.
L: Sí, en lo de los diseños me gusta mucho lo poco resultona que es la protagonista, viene a ser lo que en narrativas masculinas es un “hombre común” que se supone hace que la audiencia se implique precisamente por la falta de características excepcionales, está diseñado para que provoque empatía. En occidente no se da mucho la versión en personaje femenino de esto, porque una protagonista mujer siempre tiene que ser atractiva por delante de inspirar simpatía, obedece a la primacía de la male gaze sobre la que nos enseñó Laura Mulvey. En manga y anime es más común ver figuras de chicas que se considerarían “poco agraciadas” convertirse en protagonistas de historias extraordinarias. Esta idea parece interesarle a la autora, porque la protagonista de Skip to Loafer tampoco destaca por un aspecto normativamente atractivo.
E: Volviendo a la protagonista que nos ocupa, Yuri, su nombre como es habitual en manga tiene un significado que repercute en la historia – el lirio. El lirio es una imagen polisémica en este relato, que representa tanto a Yuri en momentos, como al efecto que tiene sobre su coprotagonista Chihiro, e incluso a la humanidad en su conjunto. Los lirios, al igual que Yuri y por extensión el ser humano, no son autóctonos del planeta extraño al que se ven transportados, y el por qué de su supervivencia es una incógnita a resolver. Imagino que los “canarios” del título deben de estar relacionados con esto también.
L: Lo primero que se me vino a la mente al fijarme en el título del manga fueron los canarios en la mina. Después de acabar de leer aún pienso que por ahí van los tiros, tiene que ver con los humanos siendo el elemento débil transportado a un ambiente hostil. Relacionado con esto, vemos otro trope narrativo importante, que es el de la comida y como cuando vas a un mundo fantástico has de cuidarte mucho de no ingerir alimentos de allí, pues eso significa el punto de no retorno — es un concepto que recorre todo el espectro de ficción especulativa, desde las primeras épicas griegas a las visiones de hadas y duendes de la Inglaterra victoriana. Nuestra protagonista, Yuri, incluso tiene un sueño que considera la comida como amenaza.
E: La barca de los canarios está repleta de sueños y pesadillas en general. Fácil entender el por qué de las pesadillas que atormentan a Yuri, cuyas esperanzas de volver a ver a su familia y conocidos — y de volver a su casa — van evaporándose. En sus sueños, sus recuerdos reconfortantes se transforman rápidamente en la realidad cruel que le envuelve. Incluso cuando se permite brevemente imaginar un futuro optimista en el que todo es resuelto, nunca es por mucho tiempo, y la siguiente dificultad está a la vuelta de la esquina. Si queremos hablar en cambio de los sueños de Chihiro, es momento de levantar la bandera gigante del SPOILER, para que nadie se nos queje. Es imposible reseñar este manga como es debido sin destriparlo entero.
A partir de este momento esta reseña contendrá spoilers.
L: El personaje de Chihiro resulta fascinante. Cuando creemos que es un simple humano funciona como una especie de espejo para nuestra protagonista; al ser más adulto uno pensaría que está más capacitado para afrontar ese futuro que tanto estresaba a Yuri, pero para nada se presenta como “adulto responsable” sino que parece que está dejándose llevar por la situación, lo que frustra a Yuri, que quiere respuestas. Muy lejos de ser alguien a merced de la situación Chihiro es quien está en control de esta. Takamatsu hace muy buen trabajo de transmitir la sensación de que realmente es un alien, con conductas y motivaciones que nos parecen opacos a los humanos. No se puede decir que sea un villano en el sentido estricto, aunque sus acciones serían de villano.
E: Creo que a les dos nos vino a la mente inmediatamente la película de 2016 protagonizada por (el mismísimo Super Mario) Chris Pratt y Jennifer Lawrence, Passengers. La revelación de Chihiro como alien suplantando a un humano viene con el añadido de que Yuri no es la única persona secuestrada, sino que los “canarios” son muchos y se encuentran en animación suspendida esperando a ser despertados. Y es precisamente eso lo que hizo Chihiro, varias veces, como si de un experimento se tratase. Su primer éxito completo es Yuri. Cuando esta verdad es revelada, nuestra protagonista inmediatamente reconoce a su acompañante como una amenaza, su enemigo y, a pesar de la simpatía que llegan a evocar las circunstancias del alienígena, jamás es completamente redimido por la historia. Comparémoslo con el héroe romántico que se supone que es Chris Pratt, alguien que es humano, pero que hace algo tan inhumano como condenar a alguien a una vida terrible que no es la que debería tocarle porque se siente “solo”. Por supuesto, no solo sobrevive sino que se queda con la chica al final, porque es Chris Pratt y puede hablar con los dinosaurios. Chihiro no tiene tanta suerte.
L: Es que Passengers es pura cultura de la violación, esa idea de que un hombre pueda controlar la vida y agencia física de una mujer y esto es algo romántico y deseable para la heteronorma. En fin, curiosamente (en contraste con esto) otro plot twist del que tenemos que hablar en La barca de los canarios es del intento de violación que sufre nuestra protagonista. Es un momento extremadamente desagradable (obviamente) y aún me pregunto las intenciones de colocar esta escena en el manga; quizás es una manera de decirnos que las mujeres no pueden estar a salvo de la violencia sexual ni siquiera cuando son transportadas a mundos de ciencia ficción — obviamente salvo en casos muy insólitos los personajes masculinos no tienen que enfrentarse a este tipo de amenazas. También me resultó de un deprimente realismo la psicología del momento, que haya hombres que si creen que están en un mundo artificial donde no van a sufrir consecuencias de nada lo primero que se les ocurra es violar a una chica joven porque lo consideran “entretenimiento”.
E: Y “entretenimiento” resulta también ser la razón por la que la raza alienígena a la que pertenece Chihiro decidió en un principio secuestrar a la humanidad (aunque no se nos llega a decir exactamente cuántos seres humanos se llevaron). Eran una raza avanzada, aburrida, y claramente con una moralidad laxa. El momento en el que se nos revela el destino final de estos extraterrestres mi mente pasó de congoja existencial a “que les den” en un tiempo récord. Y es que Chihiro presenta la extinción masiva de su especie como “Nos tocó a nosotros”, pero acto seguido nos aclara que fueron juzgados por otra raza debido a sus actos de agresión hacia un planeta inferior (la Tierra), lo cual hace que más bien me alegre porque se elimine una amenaza espacial de tal calibre. Eso sí, el momento en el que todos los compatriotas de Chihiro dejan de existir literalmente en un suspiro no deja de ser terrorífico.
L: Este manga hace mucho uso del terror — de hecho yo diría que se encuadra en el subgénero de ciencia ficción de terror, más que lo puramente scifi. El mismo planeta en donde Yuri acaba resulta terrorífico no por yermo sino por abundante en naturaleza, y son las formas naturales las que resultan (además de las acciones de Chihiro) lo más aterrador de la historia. Los elementos orgánicos o la naturaleza extraña como algo que provoca desasosiego es una variante de la ciencia ficción que nos resulta muy interesante, desde las novelas de Jeff VanderMeer hasta el relato más largo (“La princesa sin maleficio y el prisionero en la atalaya”) dentro del ya mencionado Predestinada de Yamashita Tomoko.
E: La sensación de desasosiego es constante en el tomo, incluido en su final. Y es que este manga lleno de ambigüedades termina de forma muy ambigua también, incluso si es a la vez bastante optimista – especialmente si lo comparas con los acontecimientos que lo preceden. Chihiro hace un acto final de altruismo que muestra cierto afecto por Yuri, ¿o está la memoria del humano que suplantó afectándole en sus decisiones? Se nos revela hacia el final que Yuri fue elegida porque su aspecto era parecido al de la mujer del Chihiro humano, y el manga juega hasta el final con cuál es la verdadera naturaleza del ser vivo que termina siendo Chihiro el aliénigena. Yuri, que al principio de la obra obtuvo su deseo de detener el tiempo (aunque de manera espeluznante), se enfrenta a un futuro incierto pero no completamente desesperanzador, un futuro en el que ella tendrá que asumir un rol activo. La última página nos muestra los lirios que han echado raíces en el planeta extraño gracias a Chihiro, cómo último gesto hacia Yuri – y que era lo que quería mostrarle justo antes de que se revelara su identidad. ¿Sobrevivirán los canarios en el planeta extraño, como ya han hecho los lirios foráneos?
L: Bueno, a nosotres nos gustan mucho los finales abiertos, pero sabemos que no es necesariamente una opinión popular. Tengo curiosidad por cómo se ha recibido este tomo entre el público, aunque tenemos miedo de que pase desapercibido — el triste destino de tantas obras interesantes publicadas en nuestro país. Aunque el hecho de que la edite Milky Way puede ayudar, que se saben promocionar muy bien. ¿Qué te ha parecido la edición?
E: Siendo Milky Way, ¡lo que sería noticia es que el tomo estuviera mal editado! Parece una perfecta réplica del tomo japonés, y la calidad de los materiales es ejemplar. La traducción de Laura Asquerino Egoscozábal (de DARUMA Serveis Lingüístics) suena muy bien y ya que mi japonés es casi no existente solo puedo juzgar la calidad literaria en español. Todo muy cuidado. Lo que hace que sea un tomo muy recomendable en todos los sentidos, sobre todo para los amantes de la ciencia ficción más sutil y filosófica. Esperemos que las ventas acompañen, y nos lleguen más obras de esta autora tan en alza, no en vano se anunció recientemente una adaptación de anime de su obra actual y que ya mencionamos, Skip to Loafer.
El tomo único de La barca de los canarios de Takamatsu Misaki se encuentra ya disponible a través de la tienda online de Milky Way Ediciones y en librerías especializadas.